En Buenos Aires hubo una marcha multitudinaria al Congreso con los reclamos de los feminismos y contra la violencia de género, entre otros.
Mujeres de todo el mundo se movilizaron el marco del Día Internacional de la Mujer para reclamar mayor igualdad y rechazar la violencia machista. En Buenos Aires la consigna de la marcha fue “la deuda es con nosotres y nosotras”.
Desde la mañana llegaron al Congreso madres con sus nenas, hasta tres generaciones juntas, reunidas en la Plaza del Congreso en conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
El recuerdo de las víctimas de femicidio y el repudio a la violencia machista mantuvieron el tono grave del encuentro, pero también hubo muchas expresiones de celebración. Las murgas no dejaron de sonar, las pancartas y los rostros estaban decorados con brillantina. “No me violen nunca más”; “yo no festejo, conmemoro”; “estaba enojada; ahora, estoy preparada”, eran los mensajes que se mantenían en alto.
La memoria activa de el grupo Familiares atravesados por el femicidio, fundado en 2018, llevó pancartas y las familias de las víctimas tenían sus fotos impresas en sus remeras.
Visibilización y reconocimiento
“Estoy acá para representar a las mujeres que ya no están, para reclamar contra los abusos y la violencia”, dice una integrante del Movimiento . “Exigimos la igualdad, que reconozcan nuestros derechos”, manifestó.
Los sindicatos, movimientos y ONG que acudieron a la convocatoria no solo tenían la reivindicación de la mujer como mensaje, sino que representaban cada uno un objetivo. El movimiento Teresa Rodríguez fue a protestar en la Casa de Jujuy después de manifestarse en la plaza. Iban a solicitar la liberación de dos mujeres y dos hombres que fueron detenidos el miércoles pasado, cuando salieron a cortar la ruta internacional en Jujuy para pedir educación y reconocimiento por los merenderos de su comunidad.
El grupo La revolución de las viejas fundado hace dos años, apoya a mujeres mayores. “Queremos visibilizar la vejez, nuestra necesidad como grupo y las historias de vida contra el patriarcado”, explica la coordinadora de la sede de La Matanza. Además, solicitan viviendas colaborativas y políticas públicas para que las mujeres sin jubilación puedan seguir siendo independientes. “Queremos vivir en comunidad, no en geriátricos. Somos activas, autónomas”, insistió, y agregó que las mujeres que quieren seguir trabajando son discriminadas por su edad.