Elocuente abstención
Se diría que la animación política que suscitan en Francia las elecciones presidenciales de abril de 2022 ha hecho olvidar el excepcional nivel de abstención de los últimos comicios municipales, departamentales y regionales. Especialmente, entre las clases populares y los jóvenes. ¿Qué ha pasado? ¿Una tradición histórica que se remontaba a 1848 habría llegado de repente a su fin?
Durante mucho tiempo se ha hecho mofa de ellos llamándolos “pescadores de caña”. Una manera de hacer hincapié en la ligereza de su comportamiento: ¡preferir el ocio indolente de una Francia rural al noble deber de votar! No obstante, debemos la imagen a un detractor de las elecciones, Octave Mirbeau, quien instaba a sus lectores a emplear el anzuelo en lugar de la papeleta de voto.
En la actualidad, el número de abstencionistas supera el de los pescadores, los cazadores e incluso el de la población rural. En las elecciones regionales francesas de junio de 2021, fueron tan numerosos que, cosa inusitada, atrajeron la atención: una participación del 33,27% en la primera vuelta significa que dos de cada tres electores no votó. Nuevo récord al término de un largo descenso. (…)








